De acuerdo con la autoridad, la ciudadanía alteña, en su mayoría, vive del comercio informal y de la artesanía, por lo que la fe al Ekeko y en la Illa es mayor en esta ciudad a comparación de otras en el país. Esto hace que cada año se incremente la cantidad de visitantes a este evento, en especial cada 24 de enero, en la que cumplen con sus tradiciones familiares.
“Hemos visto que todavía existe una creencia viva de los vecinos de El Alto, porque una mayor parte de somos personas que tenemos un negocio propio, especialmente dedicados a la artesanía, y de esta forma estamos ligados a nuestras creencias como son el Ekeko y nuestra Illa, porque también son gente de escasos recursos económicos que aprovechan esta oportunidad para comprar sus billetitos, para que, aunque poco, no les falte este tema durante el año”, explicó el funcionario.
Asimismo, afirmó que los alteños tienen mayor afinidad con la Alasita y expresan más su fe al Dios de la Abundancia, debido a que muchos ciudadanos llegaron desde las diferentes provincias, porque se encuentran mucho más aferrados a estas costumbres.
ARTESANÍAS
Por otra parte, Flores aseguró que muchas personas optaron por dedicarse a la elaboración de artesanías por la falta de fuentes de trabajo. Estimó que debido a ello, la cantidad de expositores de Alasita se incrementó también, permitiendo que exista una mayor variedad de productos en la feria y una mejor oferta en favor de los visitantes.
“Muchas personas decidieron abrir sus propios talleres porque, a falta de trabajo, conformaron pequeñas fábricas artesanales en familia. Estas personas también deciden fabricar miniaturas, como es el caso de la ropa, la carpintería y las miniaturas de hojalata, entonces son los mismos quienes inciden en la creencia del Dios de la Abundancia, porque, en una oportunidad, según el relato de algunos, son ellos los que también pidieron contar con este tipo de trabajos y se les cumplió el deseo”, afirmó el funcionario.
FAMILIAS
Además, aseguró que la tradición de cada familia en la urbe alteña impulsa la asistencia de la población a la Feria de Alasita. Asimismo, aclaró que, en este punto, es preponderante la fe que una persona pueda tener al adquirir sus objetos en miniaturas, ya que, según la creencia, esto permitiría que la familia pueda alcanzar sus objetivos.
“Como todas las personas que creemos en la Alasita, todo depende de la fe que una persona tiene al adquirir sus miniaturas y esto hace que se cumpla al año siguiente. Como se ha visto en la Alasita de este año, muchas personas compraron billetitos, porque el poder de adquisición del verdadero billete ya no es como antes, de ahí que existe la necesidad de adquirir más de estos billetitos”, finalizó Flores.
Cabe recordar que la Alcaldía autorizó el asentamiento de la feria en seis puntos de la ciudad: La extranca de Senkata (Distrito 8), plaza Juana Azurduy de Padilla (D-1), plaza La Paz (D-6), Río Seco (D-4), además de Pacajes Caluyo y Villa Adela (D-3). Los expositores podrán vender sus productos hasta el próximo 14 de febrero.
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