“Existen más de 300 comerciantes quillacolleños instalados; los otros comerciantes vienen del interior del país”, afirmó Vargas, aclarando que existen algunos otros vendedores que están llegando desde el Perú para comercializar sus productos.
Vargas recordó que las Alasitas se instalan desde el primer fin de semana después del Calvario. Los expositores se quedarán hasta el próximo domingo.
El alcalde de Quillacollo, Charles Becerra, visitó ayer la Feria de las Alasitas de manera simbólica, regaló billetes de miniatura con diseños de los lugares turísticos, como un capital simbólico para los comerciantes.
De acuerdo con la tradición, la mayoría de la gente adquiere alimentos, verduras, conservas y carne, con la esperanza de que durante el año no falten los productos de la canasta básica. Todos los productos son llevados, luego, al templo de San Ildefonso para su bendición. Sin embargo, también se ofertan títulos profesionales, certificados, pasaportes y negocios, como tiendas y ferreterías.
El domingo se tiene previsto la Entrada de Urkupiñita en la cual participan fraternidades folklóricas integradas por niños y adolescentes.
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