RUMORES
Incluso, hubo el rumor que circuló entre los visitantes sobre un posible derrumbe aunque al día siguiente la Administración del Campo Ferial indicó que las instalaciones cumplen con normas antisísmicas y de seguridad.
El día del feriado patrio, muchas personas tuvieron que retornar a sus hogares sin apreciar la feria al ver la inmensa fila de personas que aguardaba ingresar al recinto. Centenares de visitantes frustrados relataron que estuvieron en fila una hora. Desde afuera se pudo observar el movimiento de la concurrencia que quería comprar un libro o estar al tanto de la bibliografía ofertada en el evento.
EVACUACIÓN
La excesiva asistencia de visitantes a la feria obligó a los organizadores a desalojar al público que estaba concentrado en el segundo nivel del Bloque Rojo. Esto ocurrió entre las 16.00 y 18.00 horas de ese día y se dijo “por razones de seguridad”. El peso de los asistentes pudo haber ocasionado una fuerte vibración que alarmó a la concurrencia. Ese día, la gerente general de la Feria del Libro, Patricia Navarro, explicó que la gente estaba desesperada por ingresar a la feria, pero que todo fue controlado.
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