La plaza de Puerto Paila ayer estuvo repleta de gente, que en su mayoría había llegado de la capital cruceña. Los aproximadamente 2.000 visitantes tenían similar objetivo: disfrutar de la primera Feria del Pescado, una actividad organizada por la Asociación Paileña de Comparsas y por la Fraternidad Cambas Vagos, coronadora del Carnaval 2010, y apoyada por la Alcaldía Municipal de dicha población.
“Fue mejor de lo que se esperaba”, dijo el presidente de la fraternidad Cambas Vagos, Mauricio Cambará, que a eso de las 12:30 observaba cómo las siete comparsas y las vendedoras de pescados -que el resto de los días ofrecen el producto en el mercado del pueblo- sentían que les faltaban manos para servir los platos.
Cambará explicó que con las ganancias se comprará una biblioteca para los estudiantes de Paila y que el dinero restante se lo utilizará para organizar el Carnaval del próximo año.
Las mesas y las sillas estaban acomodadas bajo los árboles generosos en sombra. El sol brilló desde temprano, pero el calor era soportado sin esfuerzos.
Grandes y chicos podían pedir pescado a la parrilla, al horno, chicharrón y el ‘cachupín’, que consiste en carne de surubí cocinada al vapor con tomate y cebolla. Raquel Aguilera era una de las que preparaban algunos de los platos. Concentrada en que la carne se cocine en su punto perfecto, explicó que lleva varios años en esa actividad y ayer se esmeraba en cumplir las exigencias de las personas que llegaban con hambre y con sed después de recorrer los 44 kilómetros que hay entre la capital cruceña y Paila. Elina Salvatierra, otra vendedora, había llegado hasta la plaza para preparar cien platos, en todas las variedades citadas.
Por otra parte, en la comunidad de La Guardia, a 20 kilómetros de la capital, el segundo y último día de la Feria de la Fruta juntó a productores de cítricos y a consumidores que acudieron hasta el lugar para comprar mandarina, naranja, lima y productos apícolas.
Entre tanto, la Feria Eco Productiva se realizó en la plaza de El Bajío, situada en el km 6 de la carretera a La Guardia, detrás del mercado San Antonio, donde se expusieron diversos productos artesanales y se desarrollaron juegos de enseñanza para cuidar el medio ambiente.
“Fue mejor de lo que se esperaba”, dijo el presidente de la fraternidad Cambas Vagos, Mauricio Cambará, que a eso de las 12:30 observaba cómo las siete comparsas y las vendedoras de pescados -que el resto de los días ofrecen el producto en el mercado del pueblo- sentían que les faltaban manos para servir los platos.
Cambará explicó que con las ganancias se comprará una biblioteca para los estudiantes de Paila y que el dinero restante se lo utilizará para organizar el Carnaval del próximo año.
Las mesas y las sillas estaban acomodadas bajo los árboles generosos en sombra. El sol brilló desde temprano, pero el calor era soportado sin esfuerzos.
Grandes y chicos podían pedir pescado a la parrilla, al horno, chicharrón y el ‘cachupín’, que consiste en carne de surubí cocinada al vapor con tomate y cebolla. Raquel Aguilera era una de las que preparaban algunos de los platos. Concentrada en que la carne se cocine en su punto perfecto, explicó que lleva varios años en esa actividad y ayer se esmeraba en cumplir las exigencias de las personas que llegaban con hambre y con sed después de recorrer los 44 kilómetros que hay entre la capital cruceña y Paila. Elina Salvatierra, otra vendedora, había llegado hasta la plaza para preparar cien platos, en todas las variedades citadas.
Por otra parte, en la comunidad de La Guardia, a 20 kilómetros de la capital, el segundo y último día de la Feria de la Fruta juntó a productores de cítricos y a consumidores que acudieron hasta el lugar para comprar mandarina, naranja, lima y productos apícolas.
Entre tanto, la Feria Eco Productiva se realizó en la plaza de El Bajío, situada en el km 6 de la carretera a La Guardia, detrás del mercado San Antonio, donde se expusieron diversos productos artesanales y se desarrollaron juegos de enseñanza para cuidar el medio ambiente.
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