Como es de costumbre, en cinco zonas se instalaron ferias autorizadas por el municipio, aunque casi todas las calles estuvieron invadidas por comerciantes aprovechando la época de Navidad, con la esperanza de vender la abundante mercadería, sobre todo china, que ofertaron al público alteño.
Los mismos vendedores afirmaron que no hubo venta, como ellos esperaban, ya que es solamente aparente la bonanza económica que pregona el Gobierno, dijeron, el alteño vive al día y no tiene fuente de trabajo ni percibe aguinaldos, es por eso que muchos comerciantes se quedaron con sus artículos.
Las ferias se vieron invadidas de objetos chinos, especialmente de adornos navideños, las artesanías nacionales tuvieron poca preferencia por los compradores de la urbe.
Ropa, juguetes, adornos y hasta comestibles chinos abundaron en las ferias, pero aun así, muchas familias no alcanzaron a comprar ante la pobreza mal disimulada que afecta a la mayoría de los pobladores.
EL DIARIO presenta imágenes de temas que afectan o benefician a los habitantes alteños.
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