domingo, 25 de enero de 2009

La fiesta de la miniatura llegó y miles cumplen con la tradición


Como todos los años, miles de personas salieron a las calles, de la ciudad sede de gobierno, al mediodía de este sábado, para cumplir con la tradición de la Alasita y buscar una miniatura con la esperanza de que se haga realidad.

A pocas horas del referéndum y en un ambiente aún marcado por el proselitismo, la tradición una vez más se impuso, tanto así que la Prefectura de La Paz, debió flexibilizar el auto de buen gobierno para permitir que los ciudadanos ch’allen como dice la tradición sus miniaturas compradas en la Alasita.

Desde tempranas horas de este sábado, centenares de vendedores, instalaron sus puestos de artesanías en el Parque Central y las avenidas Camacho y del Ejército, hasta donde llegaron cientos de visitantes que confían en que los deseos se conviertan en realidad, por la intermediación del Ekeko, el dios aymara de la abundancia.

Según el desaparecido historiador Hugo Boero Rojo, la festividad de la Alasita se remonta antes de que los españoles lleguen a América, pero que la costumbre fue impuesta en tiempos de la colonia, para luego ser prohibida porque “daba lugar a costumbres licenciosas”. Boero Rojo refiere que la tradición de la fiesta de la Alasita surge en el asedio campesino de 1781, siendo el Ekeko un símbolo de la fiesta. En él se fundamenta la creencia. Es una representación de la prosperidad, de la fecundidad, de la fertilidad y la abundancia.

Con el paso del tiempo, esta fiesta adquirió una enorme importancia en todo el país.

No sin la poca paciencia de “grupos minoritarios y la incomprensión y la falta de sensibilidad tradicionalista de algunas autoridades que se afanan en hacerla desaparecer de las costumbres del pueblo”.

La fiesta comenzó en la plaza Murillo, luego se trasladó a la avenida de El Prado, cuyo nombre verdadero es 16 de Julio. Después, la feria peregrinó a la plaza Sucre, más conocida como San Pedro, “más tarde a la avenida Montes de donde llevaron el local a la antigua aduana (hoy, Terminal de Buses ) para luego instalarse en la avenida Tejada Sorzano.

En la actualidad la feria de Alasita se la celebra en parte del Parque Urbano Central y en varias plazas y calles que, desde hace un par de años se dividió, por el crecido número de artesanos y comerciantes que participan en esta fiesta. La tradición se expandió a otros barrios paceños, El Alto e incluso a otras ciudades del país

EL EKEKO
Según el historiador Hugo Boero Rojo, “Ekeko” es una palabra aymara que traducida al español es el nombre de un “diosecillo kolla pagano” que representa la abundancia y en la actualidad es el inspirador de la feria de Alasita.

“Antes el Ekeko era un enano jorobado con el falo erecto, y era muy apreciado por las mujeres solteras. En eso entendemos la abundancia y la prosperidad”, refiere.

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