Con el Carnaval llegó gran cantidad y variedad de fruta que se vende en la Plazuela de la Tradición, a precios más bajos que en el mercado local, afirmó Cinthia Montaño, hija de una de las impulsoras de la actividad.
Se trata de la Feria de la Fruta, en su quinta versión.
Cada año llegan a la capital beniana toneladas de fruta como uva y durazno, desde Tarija, y piña, manzana, mandarina desde el Chapare. En la oferta incluyen papaya, plátano y guineo producidos en la zona cocalera.
La Feria de la Fruta en años pasados se realizaba en los alrededores de la cárcel de Mujeres de Trinidad, pero este año, los organizadores consiguieron el permiso del gobierno local para realizarla en la plazuela, sector noreste de la ciudad.
“Por 4 días tenemos permiso para vender aquí, pero la gente nos pide que lo hagamos cada semana”, aseguró Montaño mientras recibía billetes, daba cambio y explicaba los precios de los productos a potenciales clientes, sentada sobre una caja rodeada de olorosos duraznos y peras.
La iniciativa de traer fruta desde Cochabamba fue de Reina Sarate, madre de Cinthia. Lo hacen desde hace 5 años y hasta el momento cada vez tienen mayor acogida de la gente. Incluso les han pedido que la oferta no se presente sólo en Carnaval. Para el Día de la Madre se planifica la realización de la Feria de la Mandarina.
Hoy, es temporada de uva en Tarija, por eso la feria vende las jugosas esferas a ocho bolivianos el kilogramo. Otro producto que está en oferta es el durazno.
En la actividad trabajan 19 personas de 6 familias, aunque el capital es de Sarate, quien necesitó invertir en un camión con su chata para transportar los productos agrícolas.
Se trata de la Feria de la Fruta, en su quinta versión.
Cada año llegan a la capital beniana toneladas de fruta como uva y durazno, desde Tarija, y piña, manzana, mandarina desde el Chapare. En la oferta incluyen papaya, plátano y guineo producidos en la zona cocalera.
La Feria de la Fruta en años pasados se realizaba en los alrededores de la cárcel de Mujeres de Trinidad, pero este año, los organizadores consiguieron el permiso del gobierno local para realizarla en la plazuela, sector noreste de la ciudad.
“Por 4 días tenemos permiso para vender aquí, pero la gente nos pide que lo hagamos cada semana”, aseguró Montaño mientras recibía billetes, daba cambio y explicaba los precios de los productos a potenciales clientes, sentada sobre una caja rodeada de olorosos duraznos y peras.
La iniciativa de traer fruta desde Cochabamba fue de Reina Sarate, madre de Cinthia. Lo hacen desde hace 5 años y hasta el momento cada vez tienen mayor acogida de la gente. Incluso les han pedido que la oferta no se presente sólo en Carnaval. Para el Día de la Madre se planifica la realización de la Feria de la Mandarina.
Hoy, es temporada de uva en Tarija, por eso la feria vende las jugosas esferas a ocho bolivianos el kilogramo. Otro producto que está en oferta es el durazno.
En la actividad trabajan 19 personas de 6 familias, aunque el capital es de Sarate, quien necesitó invertir en un camión con su chata para transportar los productos agrícolas.
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