Al menos 10.000 enormes y suculentos platos del delicioso puchero fueron servidos ayer en el parque Excombatientes, de la zona oeste de la ciudad.
Ciento veinte expositores, de diferentes restaurantes, pensiones y de cocinas particulares, participaron de la versión 12 de la Feria del Puchero y la Concertina. Cada expositor preparó entre 80 y 100 platos para ofertar, cada uno, en Bs 25 a 30.
Familias enteras hicieron filas para ocupar alguna mesa, en cuanto otros comensales se levantaban. Una queja general fue la falta de espacio para parquear vehículos.
La avenida Excombatientes y las calles aledañas estaban repletas y algunos choferes no respetaron las aceras.
La insuficiencia de baños, de agua para higienizar las manos y para lavar los platos usados también fueron motivos de protesta de algunos comensales. Hugo Aguirre expresó su molestia así: “Creo que la Alcaldía tiene que tomar recaudos al año para poner piletas u obligar a los comerciantes a dar agua para lavarse las manos. Estamos con niños y eso es imprescindible para cuidar la salud. También vimos que algunos puestos de venta lavaban los platos usados en recipientes pequeños y el enjuague no era el adecuado, hay que cuidar esos detalles porque esta feria es muy bonita y esperada”, recomendó.
Pese a estas observaciones, la cualidad “sibarita” de los habitantes de Cochabamba se impuso y los platos de puchero se vendieron rápidamente. Los músicos cultores del acordeón y la concertina alegraron la jornada interpretando ritmos de coplas, huayños, bailecitos, carnavalitos y otros.
El puchero, preparado con hojas de repollo, arroz blanco aguado, peramota, durazno, garbanzo, papa blanca, costilla de cordero frita, lonjas de kawi y una uchu llajwa de ají amarillo, es una de las delicias más apetecidas en este tiempo. En Tolata, la feria de la Tuna, el Cordero y el Tejido lanar también tuvo decenas de visitantes y música.
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