La Feria 16 de Julio, la más conocida de Bolivia a nivel mundial, cada año crece más. En un extremo llegó hasta la Ceja y en el otro hasta la plaza Ballivián; ahora no solo se venden productos los domingos y los jueves, sino que las tiendas se quedan abiertas toda la semana y se establecieron otros dos días para la venta de vehículos en la avenida Panorámica. El movimiento económico es millonario.
“La Feria comienza desde la Multifuncional y termina en la plaza Ballivián, son varias organizaciones que la componen y que se asientan a lo largo, no solo es uno, también ha crecido en las calles adyacentes”, dice Guillermina Chipana, dirigente de la Asociación 15 de Septiembre.
GRAN EXPANSIÓN
Según datos de la Cámara de Industria, la feria en la actualidad tiene una extensión de 43.000 metros aproximadamente. Hacia el lado oeste la feria se expandió hasta la avenida La Paz, pasando por la Chacaltaya, Arturo Valle y Fournier.
El promedio de visitantes estimado por la Cámara de Industria de El Alto es de 23.000 personas por cada 4 horas. Cada fin de semana se mueven más 168 millones de bolivianos.
Según Chipana, ha mejorado la concurrencia de las personas gracias al Teleférico Rojo, que se encuentra sobre la avenida Panorámica, la gente llega y se dispersa por todos lados.
Según Javier Choque, dirigente de la feria, el horario de atención también se ha extendido, si bien antes solo se vendía en las mañanas, ahora comienza desde la madrugada y se prolonga hasta las 19.00. Tiene una duración de más de 12 horas.
AUTOS Y TIENDAS
A ello se suma la apertura de las tiendas de manera permanente, no solo están abiertas los domingos y jueves, sino de lunes a domingo. Además sobre la “riel”, yendo hacia la plaza Ballivian por la avenida Panorámica, los miércoles y los sábados se instala la venta de autos usados, pese a la prohibición que establece la Ordenanza Municipal.
“Las tiendas ya no cierran, están abiertas todos los días, el sector de muebles, en la plaza principal, las tiendas de polleras, de pinturas y cerámicas”, explicó Choque.
Pero también se llenó de productos chinos que se venden a muy bajo costo y de ropa usada americana que se comercializa; la feria se ha convertido en proveedora de artículos para la ciudad de La Paz.
Algunas personas afirman que también existen artículos de dudosa procedencia para la venta, en cuanto a celulares, partes de vehículos y otros, pero que es difícil establecer con certeza.
“Antes la feria era para la gente humilde, ahora ya no, compran para las galerías”, apuntó el dirigente.
COMERCIANTES ILEGALES
El crecimiento territorial se debe a la gran cantidad de comerciantes “ilegales” que se apostaron en las distintas calles y avenidas. Autoridades municipales informaron que se registró 30 asociaciones en la feria que aglutinan desde 50 hasta más de mil afiliados, los dirigentes afilian a más vendedores, sin la autorización de la Alcaldía.
La Alcaldía realiza el registro de datos para evidenciar cuál es el límite que tienen en sus planos los gremiales y así restringir y evitar el crecimiento ilegal de la Feria 16 de Julio.
MERCADO LIBRE
El gerente general de la Cámara de Industria de la ciudad de El Alto, Roberto Alba, considera que la gran Feria 16 de Julio sostiene no solo la historia de las antiguas y jóvenes ferias andinas rurales, sino que también es un estigma del comercio ilegal, informal. Sin embargo, su contundencia en el aporte a la economía es innegable, cada fin de semana se mueven más 168 millones de bolivianos que sustentan su peso en la economía urbana y departamental de La Paz.
Los inversionistas encuentran en la Feria 16 de Julio un escenario adecuado para desarrollar intercambios que motivan mayores rotaciones del dinero, trasladan sus superávit a sectores de la economía que generan mayores giros de negocios y mayores utilidades.
RURAL Y URBANO
El entrelazamiento de lo urbano con las costumbres rurales y comunitarias en la ciudad de El Alto ha venido transfigurándose en los últimos 10 años, desde la manufactura hasta el comercio especializado en general, hasta convertirse en un centro de distribución física de logística de comercio.
“Hoy en día en la Feria se venden y compran insumos para la industria, herramientas para la minería y la auto mecánica, se encuentra maquinaria y materia prima”, indicó.
La feria se convertirá en un mercado libre de importación y exportación. La ciudad de El Alto es una puerta de ingreso de los puertos del pacifico, explicó.
“Si deseamos exportar debemos pasar por El Alto, a medida que pasó el tiempo las empresas legalizarán su presencia y estarán fortaleciendo los mecanismos de conectividad empresarial”, explicó Roberto Alba.
CUIDAD EN CRECIMIENTO
Las dinámicas empresariales generan escenarios que permiten expresar su orientación competitiva en relación a la reciprocidad ancestral y el intercambio mercantil moderno, tanto informal como ilegal.
La feria es un entrelazamiento de lo urbano con las costumbres rurales y comunitarias en una ciudad en crecimiento como es El Alto, es la expresión de un gran aglomerado de exclusión.
El término de “aglomerado de exclusión comercial”, denota la fuerza de la periferia en la economía, que, sin éste, solo sobrevive por los servicios y el Estado como gran empleador, nada más cercano de la realidad en la ciudad de El Alto donde la feria mueve millones. (Urgentebo.com y El Diario)
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