La Feria de Alasitas que se realiza en Santa Cruz, en un terreno en Alto San Pedro, tiene mejor infraestructura que la de La Paz, considerada cuna del ekeko. Así lo aseguró Pedro Márquez, máximo dirigente de la Federación Departamental de Artesanos y Expositores de las Ferias de Alasitas y Navidad. “Estamos contentos por este campo de feria popular que ha hecho el municipio”, dijo Márquez. Señaló que en esta versión participan 1.100 expositores.
Si bien el 70% de los expositores vive en Santa Cruz, también han llegado artesanos de La Paz, Cochabamba, El Alto y Oruro, además de 20 personas de Perú y Ecuador.
Verónica Carvajal (31) conoce la Feria de Alasitas desde que era niña. Heredó de sus padres el oficio. Ahora ella viaja por el país llevando sus productos en miniatura. Tener su puesto bien surtido le demanda una inversión de Bs 30.000. Ella y nueve compañeros alquilan un cuarto por $us 150.
Otros, como la artesana de bisutería Beatriz Mendoza, pese a vivir en el Plan 3.000, prefieren quedarse en su improvisada caseta. “Sale caro ir y venir. Por la mañana me voy a casa a bañarme y cambiarme de ropa”, dice Mendoza, también secretaria de hacienda de la federación.
Hugo Gamboa (60) hace 40 años que es ‘alasitero’. Su especialidad son los muñecos de yeso. “Nuestros padres nos enseñaron a trabajar y nosotros hemos hecho nuevos modelos”. Para esta feria ha traído entre 300 y 400 muñecos. Este hombre visita cada año nueve eventos similares en Bolivia.
Si bien la ganancia (que oscila entre Bs 2.000 y Bs 3.000) se ha visto mermada con la crisis, Constancia Huanca (65), que confecciona ropa de muñeca, asegura que da para subsistir. “¿Por qué cree que sigo viniendo? Lo malo es que hay mucha competencia”.
Detalles
- Cada artesano paga una cuota de Bs 100, donde se contempla la patente municipal.
- Una empresa de seguridad se encarga de velar por la tranquilidad de los visitantes y expositores.
- En algunos casos, los vecinos les regalan agua, pero en otros la compran en Bs 1 los 30 litros.
- Los de mejor situación tienen sus camas. No faltan los que se acomodan sobre tablas y colchas.
- Unas 300 personas forman la asociación los Viajeros de Bolivia. En Santa Cruz hay una organización similar, pero llega a barrios y provincias.
Si bien el 70% de los expositores vive en Santa Cruz, también han llegado artesanos de La Paz, Cochabamba, El Alto y Oruro, además de 20 personas de Perú y Ecuador.
Verónica Carvajal (31) conoce la Feria de Alasitas desde que era niña. Heredó de sus padres el oficio. Ahora ella viaja por el país llevando sus productos en miniatura. Tener su puesto bien surtido le demanda una inversión de Bs 30.000. Ella y nueve compañeros alquilan un cuarto por $us 150.
Otros, como la artesana de bisutería Beatriz Mendoza, pese a vivir en el Plan 3.000, prefieren quedarse en su improvisada caseta. “Sale caro ir y venir. Por la mañana me voy a casa a bañarme y cambiarme de ropa”, dice Mendoza, también secretaria de hacienda de la federación.
Hugo Gamboa (60) hace 40 años que es ‘alasitero’. Su especialidad son los muñecos de yeso. “Nuestros padres nos enseñaron a trabajar y nosotros hemos hecho nuevos modelos”. Para esta feria ha traído entre 300 y 400 muñecos. Este hombre visita cada año nueve eventos similares en Bolivia.
Si bien la ganancia (que oscila entre Bs 2.000 y Bs 3.000) se ha visto mermada con la crisis, Constancia Huanca (65), que confecciona ropa de muñeca, asegura que da para subsistir. “¿Por qué cree que sigo viniendo? Lo malo es que hay mucha competencia”.
Detalles
- Cada artesano paga una cuota de Bs 100, donde se contempla la patente municipal.
- Una empresa de seguridad se encarga de velar por la tranquilidad de los visitantes y expositores.
- En algunos casos, los vecinos les regalan agua, pero en otros la compran en Bs 1 los 30 litros.
- Los de mejor situación tienen sus camas. No faltan los que se acomodan sobre tablas y colchas.
- Unas 300 personas forman la asociación los Viajeros de Bolivia. En Santa Cruz hay una organización similar, pero llega a barrios y provincias.
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