Entre el 7 y el 18 de octubre, Cochabamba celebrará su III Feria Internacional del Libro (FIL) en un escenario ampliado a dos infraestructuras contiguas y con el objetivo de la Cámara Departamental del Libro (CDL) local de “consolidar una feria de ferias, que recoja todo lo bueno presentado en los eventos de La Paz y Santa Cruz, y lo enriquezca con el aporte cochabambino”, según afirmó su presidente, Marcelo Paz Soldán.
Esta exposición librera será además la séptima de las nueve auspiciadas este año por el Ministerio de Culturas que, en el marco del plan de institucionalización de las ferias del libro, aportó hasta el momento con 230.000 bolivianos a las actividades de cinco departamentos, y prevé invertir otros190.000 en las restantes.
La llegada del narrador chileno Bartolomé Leal, la presentación de He de morir de cosas así, obra con la que Eduardo Scott-Moreno ganó el Premio Nacional de Novela 2009, y el estreno de nuevos ambientes de exposición son los “platos fuertes” de la muestra de la “Llajta”.
“Ésta será ya nuestra tercera experiencia —comenta Paz Soldán— y esperamos terminar de asentarnos y consolidarnos. Por eso nuestro programa cuenta con 70 horas de actividades literarias que estamos seguros colmarán la demanda de los lectores”.
Además de los ambientes del Club Social —ubicados en la calle México y El Prado—, la tercera feria se desarrollará en salones de la aledaña Brigada Parlamentaria. “Vamos a tener más espacio para los stands y un nuevo salón para conferencias, debates y presentaciones de libros”.
En 2008, la FIL cochabambina congregó en sus 11 días a 20.000 visitantes; de ellos, 12.000 pagaron su entrada. Para este año, la CDL estima la presencia de 25.000 visitantes, 15.000 de los cuales cancelarían su boleto de cinco bolivianos.
Pero más allá de las cifras, para Paz Soldán, “lo importante es que este espacio se consagre como el último evento literario anual fuerte del país. En las ferias de Santa Cruz y La Paz, que se hacen en mayo y agosto, se presentan decenas de libros y se generan debates literarios. En la nuestra, además de tener todo este material, redondeamos el año cultural con una oferta local propia”.
Balance
Marianela España, jefa de la Unidad de Industrias Culturales del Ministerio de Culturas, ya coordina la cooperación de su despacho en la “Llajta”, pero antes ultima gestiones para la feria de Tarija.
“El jueves 24 —sostiene— se inaugurará la primera Feria del Libro en ese departamento, en el colegio San Luis, al que esperamos que acudan al menos 15 librerías y editoriales”.
Tras Cochabamba, las ferias de Cobija, que empezará el 22 de octubre en un espacio por definir, y de Potosí, que se inaugurará el 4 de noviembre en la Casa de Moneda, completarán el primer año de muestras institucionalizadas.
Luego de las actividades de mayo en Santa Cruz, el Ministerio impulsó las citas de Sucre y Oruro en julio, La Paz en agosto y Trinidad en la segunda semana se septiembre.
“Para las ferias consolidadas de las tres ciudades del eje —comenta España— el Ministerio aporta con 40.000 bolivianos y para las nuevas en los restantes seis departamentos se eroga hasta 50.000 bolivianos”.
Más detalles
Este año ya se efectuaron ferias del libro en cinco departamentos del país.
En las tres ciudades del eje son administradas por las cámaras locales.
En el resto, experiencias iniciales son impulsadas por el Ministerio de Culturas.
Este año aún faltan las muestras de Tarija, Cochabamba, Cobija y Potosí.
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