Cascos de bomberos, narices rojas, sonrisas, miradas solidarias, animales rescatados, equipos de ecologistas, constructores de casas, campañas de nutrición, entre otras manifestaciones de solidaridad fueron las que se observaron ayer por la tarde, en la Manzana Uno, en el marco de la cuarta feria del voluntariado organizada por el Rotarac Club Grigotá.
Nancy Valera, voluntaria de la mencionada organización, expresó su satisfacción por el desarrollo de este cuarto encuentro que cada vez crece en cantidad de participantes.
“La intención de esta reunión es mostrar a la población que las organizaciones de jóvenes podemos ayudar a los que necesitan”, dijo la rotaria. Asimismo, señaló que en Santa Cruz y en Bolivia el voluntariado se convierte en una opción para los estudiantes que desean dedicar algunas horas de su tiempo libre al servicio a la comunidad.
Una muestra de voluntariado es el grupo de guía que forma parte del programa del zoológico municipal de nuestra ciudad. Los niños son los que instruyen a los visitantes sobre la importancia de cuidar y respetar a los animales.
El desafío de las organizaciones que desarrollan programas de solidaridad y de servicio a la comunidad es lograr que el voluntariado se convierta en una buena práctica.
En otros países, ser voluntario permite el ingreso de los estudiantes a la universidad. En Bolivia esto aún no se toma en cuenta. Los voluntarios, dijo Valera, elaborarán una propuesta sobre la importancia del servicio a la comunidad para enviar al Ministerio de Educación.
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