En general, las empresas que llegaron a la Feria Internacional de Cochabamba (Feicobol) han calificado de exitoso a este evento, destacando la organización y la concurrencia de la gente como sus principales virtudes.
Dependiendo del rubro, del espacio y del lugar donde se encontraron ubicados, las cifras de ventas variaron desde 35 mil bolivianos a exorbitantes cifras como 1 millón de bolivianos en estos últimos ocho días.
Pero las ganancias fueron proporcionales a la inversión que realizaron en este evento internacional, como la empresa Monopol que sólo en la construcción de su stand gastó más de 45 mil dólares, a lo que se debe sumar las azafatas, los premios, las rebajas y los shows diarios que regalaron a la gente. “Yo creo que con todo ello han sobrepasado los 100 mil dólares” dijo al respecto el arquitecto encargado Eduardo Ruiz.
Pero también existen empresas que recién comenzaron este año como la empresa Master Motors que trajo la línea de vehículos BMW, que considera que su principal objetivo no era la venta, sino que la gente conozca el producto.
“Si bien hemos hecho una inversión muy grande, los frutos se van a dar a conocer todavía en unas dos semanas, o tal vez en el próximo espacio. Ésta es una buena vitrina para mostrar la marca en cuanto a servicios calidad y vehículos”, dijo el responsable de la feria de esta empresa alemana Horst Gottlieb.
O la empresa Unilever que ha invertido en mostrar su nuevo Plan de Vida Sustentable, y no ofrecía ningún producto a la venta, “nosotros estamos seguros que a nivel mundial cada 20 segundos alguien está comprando nuestros productos y queremos mostrar que trabajamos en el ámbito social y personal”, explicó el gerente de Bolivia de Unilever, Antonio Portugal.
También hay otras que sólo llegaron a vender, como el caso de Imcruz que tuvo consolidada la venta de 25 camiones de precios que van de 30 a 60 mil dólares en apenas siete días de feria.
Algunos datos
Los rubros que más vendieron en la Feria Internacional son los relacionados a la gastronomía, entre comida prefabricada, quesos, leches, plaza de comidas, cereales, papa fritas y otros.
En el tema de la bebida, se identificó a la Coca Cola como la más atractiva para lo chicos, el vino y la cerveza para jóvenes y adultos que si bien fueron vetadas de venderse en el interior de la Plaza de Comidas, fue un negocio al interior de los pabellones con ofertas que iban desde los cinco bolivianos por lata de cerveza.
Una novedad que también destacaron los mismos empresarios fue la venta de mojitos cubanos preparados en vasos desechables de 300 ml, a dos por 15 bolivianos.
En el rubro de la construcción sobresalieron los contratos y realizaciones de proformas para ventas posteriores.
“Un éxito, hemos vendido 25 unidades en lo que va de la Feria, puedo asegurar que estamos mucho mejor, con un 200 por ciento hemos superado la venta del año pasado. Ha alcanzado un punto en que la fundación ya ha llevado adelante sus proyectos”.
Para Alfredo Castro, gerente del área de camiones de Imcruz, “La feria los dos últimos años ha tenido una notoria mejoría, se ha organizado más y antes era puros puestos de comida. Hay mayor interés en participar de los empresarios y de la misma gente que llega”.
En tanto Horst Gottlieb, gerente de BMW, dijo, “Ya estoy cinco años, estuve en la primera cuando recién empezó y todo esto era pampa y ahora hay más oportunidades para vender”.
EL “NEGOCIO” LLEGÓ A TODOS
Además de los 23.000 empresarios que participaron en el interior del Campo Ferial, fuera de ellos se realizaron diferentes “negocios” que a decir de los participantes exageraron los precios como fue el caso de las personas que se hicieron cargo de cuidar los vehículos estacionados en la calle y cobraron por ese servicio 20 bolivianos, el mismo costo que el parqueo cerrado que ofreció la Feicobol.
“Nos hemos quedado fuera porque nos pareció muy caro lo que cobraba la Feicobol, pero los cuidadores al final nos cobraban igual”, señalaban molestos algunos visitantes.
En el rubro de comidas y juguetes, la puerta de la feria estuvo repleta de comerciantes informales que aprovecharon la presencia de participantes y sus familias para ofrecer juguetes, alimentos, refrescos y hasta alfombras.
Los empresarios esperan mejorar y captar mejores ganancias el próximo año.
INDIGENTES LLEGARON A LA FERIA
Así como los visitantes de la feria también llegaron indigentes que pedían colaboración tanto en el interior como afuera del campus.Doña Juana contó que las calles quedaron vacías en Cochabamba y que por eso tuvieron que hacer esfuerzos para trasladarse hasta el lugar.
“Nos quedamos sin nada, la gente viene acá y muchos comparten algo de lo que tienen con nosotros, pero tropezamos con personas a quienes más bien molestamos” dijo.
Doña Juana es una mujer no vidente que viene acompañada de su pequeño hijo, pero como ella existen alrededor de una docena de personas que llegaron con guitarras acordeones, pretendiendo conseguir con su música el sustento diario.
Pero en muchos casos fueron opacados por la inmensa cantidad de stand que llevaron grupos musicales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario