Alasita, la fiesta se renueva

Patrimonio | Aunque esta fiesta se replica en otros departamentos del país, la Alasita paceña es la primera. Acá se marcan las tendencias.

Aunque siguen siendo de lata, los minibuses tienen un diseño mucho más moderno que hace un par de años. Incluso los hay con luces de neón a pilas, para darle más imagen al ya colorido transporte público. Y hasta las pequeñas tiendas de barrio se han modernizado, con el celular en la puerta. Ni qué decir de los pequeños negocios de Internet, donde también se hacen llamadas internacionales y se copian DVDs.

También hay arte del bueno en la feria del dios de la Abundancia, y muestras de ingenio que rayan en lo increíble. Aunque parezca que se repite, la feria más importante de la sede de gobierno, se adapta cada año. En esta ocasión se destaca el orden en el campo ferial, que ha despejado las vías, tanto para los peatones, como para los automóviles.

Para los creyentes, la suerte sin blanca también aparece remozada, con pelotitas de ping pong o globos flotantes dentro de cabinas de aire. El cliente tan solo estira la mano y deja a la suerte lo que vaya a tocarle. Y es que al fin y al cabo la Alasita tiene mucho de magia y de fortuna, con los juegos de azar y los adivinos en estaño. Con los euros, los bolivianos, los dólares y las tarjetas de crédito. En esta fiesta está permitido soñar