La reciente feria productiva de los Valles, en ocasión a los 400 años de Vallegrande, provocó un significativo crecimiento en la demanda de productos alimenticios y bebidas que se generan en esta región pero también inyectó motivación y optimismo en los productores de 11 municipios de la mancomunidad compuesta por Vallegrande, Florida y Manuel María Caballero que realizan la Primera Feria Productiva Cultural y Turística de los Valles Cruceños.
La muestra, plagada de un sinfín de comidas, artesanías, bebidas y plantas, entre otros elementos que caracterizan al sector, cierra hoy con buena aceptación del público que aún se da cita, pero ante todo con el entusiasmo y buenos resultados de los productores que afirman es su única vitrina para expandir su mercado productivo.
Aprovechan para promocionarse y hacer contactos. "Estamos muy contentos porque además de vender rápido nuestras bebidas estamos teniendo pedidos grandes y haciendo algunos contactos", manifestó Reina Moscoso, quien se dedica a la realización de bebidas típicas de los valles, entre ellos el rimpolio (a base de leche y licor) y los macerados a base de frutas como la quirusilla, que según afirma se vendieron como pan caliente.
"Al principio casi nos desanimamos por temor y por la lejanía, pero ahora estamos felices porque todo se está vendiendo, además son precios económicos", dice al destacar sus productos que por unidad tenían el costo de Bs 20.
"Es una buena iniciativa, que permite empaparnos de la cultura de nuestro departamento y deleitarnos con las delicias de nuestros hermanos", dijo Elisa Sánchez, mientras se llevó una variedad de bebidas y horneados típicos.
Seducidos por el sabor de Vallegrande. Es que si hay algo que caracteriza a los vallegrandinos además de su amabilidad, es la habilidad que tienen preparar bebidas a base de frutas, pero además por la sazón y sabor que le ponen a sus comidas y horneados.
Es así que los horneados como las tradicionales "chamas", "molletes", "chimas" y empanadas de conserva, además de los afamados "tamales curtidos", tuvieron gran demanda entre los asistentes. No fueron menos requeridos los tradicionales platos típicos vallunos como las k'jaras, el asadito colorao y el charque con mote, platos que deleitaron a propios y extraños en la muestra que estuvo animada con el ritmo de los Valles.
La muestra también exhibió artesanías, tejidos y plantas cactáceas que son otro de los atractivos turísticos de la zona de los valles.
"Estamos muy satisfechos porque la capital está asimilando fácilmente nuestra cultura, eso se puede ver en la reproducción de nuestra gastronomía, aunque la intención es que la producción gane espacios en los grandes mercados", dijo Gabriel Jiménez, presidente de la Mancomunidad de Vallegrande. Al mismo tiempo agradeció el apoyo de la Gobernación por respaldar el evento promocional.
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