En la segunda versión de la Feria de la Carne se cocinan cinco toneladas de este producto. Este es el único encuentro especializado en carne bovina de Bolivia. El evento comenzó ayer y reúne a 65 expertos en cocción y corte. La feria termina hoy y se espera superar los 10.000 visitantes.
Consumo. La feria reunirá a expertos en asados o parrillas de Argentina, Bolivia y Brasil, que prepararán durante dos días 5 toneladas de carne para 10.000 personas. Anoche se preparó 2,5 toneladas, indicó el gerente general de la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz), Héctor Sandóval.
Con este evento se busca aumentar el consumo de este producto.
Actualmente los bolivianos consumen por persona anualmente una media de 18 kilos de proteínas de animales, esta cifra está por debajo de la recomendada por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), de entre 30 y 35 kilos, agregó el directivo.
Por ello el objetivo de la feria es gastronómico y no comercial, porque busca que los visitantes degusten, previo pago, la carne producida en Bolivia con estándares internacionales, "que se equipara a la que tiene Uruguay, Paraguay, Brasil y Argentina", sostuvo. La entrada es de Bs 120.
A la Expocarne asisten el experto en churrasco, técnicas de selección, corte y cocción Marcelo Bolinha, de Brasil, y Adrián Gallardo, de Argentina, quien participó en la elaboración del "asado más grande del mundo" en 2011.
Exportación. Bolivia exporta carne a Perú y está en conversaciones para hacer lo propio con Venezuela, a cuyo mercado puede enviarse parte de las 5.000 toneladas que el sector ganadero está autorizado a exportar por una reciente resolución del Gobierno.
Los ganaderos bolivianos tienen una oferta de 227.000 toneladas anuales, de las que 15.000 puede ser exportadas porque no son consumidas por el mercado interno, según el directivo.
La exportación privada de alimentos necesita de un permiso del Gobierno que aplica la medida desde hace cuatro años, cuando decidió asignar cupos a los empresarios por el temor a una escasez.
En 2012, el Gobierno autorizó la exportación de 2.000 toneladas porque se tenía un superávit de 6.000 toneladas.
Para este año se tiene previsto un superávit de 12.000 toneladas.
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