La Feria de las Alasitas de Urcupiña, en la vecina población de Quillacollo, recibe desde el pasado fin de semana a miles de visitantes, que acuden para surtirse de objetos de miniatura que prometen abundancia y prosperidad.
Esta tradición anual, ya institucionalizada como parte de la fiesta de la Virgen de Urcupiña, fue inaugurada el sábado pasado y ayer vivió una jornada de afluencia masiva.
Tanto en los puestos de la avenida Martín Cárdenas como en los de la zona del Calvario, los puestos de alasita congregaron a una gran cantidad de personas, que llegaron para comprar canastas de alimentos, carretillas con material de construcción, maletas de dinero y otros objetos en miniatura.
Pese a lo congestionado del paso por los puestos de alasitas, muchos visitantes se dieron formas para llevar sus miniaturas hasta el templo de San Ildefonso y hacerlos bendecir.
DECENAS Hay más de 100 artesanos y comerciantes que ofrecen las miniaturas en los dos espacios habilitados para la Feria de las Alasitas de Urcupiña, informó el director de Comunicación de la Alcaldía de Quillacollo, Wilson Espinoza.
Según la tradición popular, la compra de alimentos, inmuebles, fajos de dinero, materiales y hasta documentos de miniatura está movida por la creencia de que traerá consigo abundancia, prosperidad y bienestar para quienes los adquieren y sus seres queridos.
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