Terminó ayer la feria tradicional de Santa Anita que es realizada en la calle Cochabamba, donde miles de personas se dieron cita al lugar, al conocer que no habría mayor extensión de fechas como ocurrió en otras gestiones.
Lo que caracteriza al tarijeño es la picardía, la chispa y sentido del humor, pero en la feria de la Calle Cochabamba en esta oportunidad, no hubo productos que realmente llamaran la atención, sobre este tema, Juan Carlos Figueroa, recordó que hace 25 años, llegaron peluches gigantes, físicamente no eran tan “lindos” pero por el tamaño se ganaron la atención de los visitantes, los mismos eran rifados a Bs 0,50 centavos y las personas esperaban alrededor de 2 horas, hasta que terminen los “bolitos”.
“Recuerdo que el suertudo, se iba feliz, los que no teníamos suerte, todo lo contrario” dice Figueroa entusiasta.
Las calles que circundan la Cochabamba estaban obstaculizadas por juegos recreativos como futbolines, carruseles, castillos inflables, trampolines y otros más que en todo momento se saturaron por la aglutinación de niños.
Los precios subieron en relación al año pasado, los artesanos trajeron juguetes para comercializar, las muñecas de goma en forma de bebé eran encontradas en Bs 35, ahora su costo es de Bs 45 e incluso había otros vendedores que las ofrecían a Bs 55, causando molestia en los compradores.
Cintia Cardozo Flores, recorría la feria junto a su familia, quien refirió que los Bs 250 que llevó para esta actividad no le alcanzaron, pues los gastos en transporte, comida, golosinas y un juego de “ollitas” para las niñas, fueron suficientes para que se quede “sin un centavo”.
“Pensé que me iba a sobrar, pero faltó” dijo Cardozo Flores, mirando de un lado a otro.
Definitivamente la famosa calle “Ancha” quedó estrecha y sin espacio para caminar, al ser el único día disponible, la cita fue multitudinaria, dificultando la circulación.
Artistas ambulantes
Desde la ciudad de Oruro, llegaron dos parejas de comediantes, quienes con su carisma captaron la atención de los visitantes a la feria. Los chistes de marido y mujer causaron carcajadas, pero las mismas tenían precio, el de la llamada “monedita voluntaria”.
“Nada es gratis es en esta vida, así que metan la mano al bolsillo y colaboren” dijo ‘Rafael el amigo fiel’ (nombre artístico).
Disfrazados del famoso Dúo Pimpinela, realizaban la mímica, entre aplausos, cantaban e incluso se abofeteaban, el hombre que vestía de mujer, delicadamente se acercaba y le susurraba al oído el tema musical.
Dejando atrás el disfraz, Rafael y Sergio Huayta Olguín, aseguraron que no es un trabajo fácil, porque están expuestos a burlas de los espectadores en especial de los hombres, mismas que deben pasar por alto.
Los jóvenes de 20 y 23 años llegaron el sábado 1, durmiendo en la calle General Trigo para evitar gastar de algún alojamiento, duermen dentro de una pequeña carpa de acampar y buscan la comida más económica, para dar utilidad a lo recaudado que oscila entre Bs 200 por día. “Lo bueno que en Tarija todo es rico y no hace mucho frío”.
Otro hombre que llegó de La Paz, junto a su marioneta en forma de “diablo”, de color rojo y con grandes cuernos bailaba al son del cha cha cha, con lo que la pequeña cajita que dejó en el suelo empezó a llenarse de a poco. El único instrumento que tenía era el muñeco, que a base de hilos movía los hombros, cabeza y cuerpo entero.
Ex Tenis Club
Éste fue uno de los lugares más llenos de la feria, por lo general, los jóvenes son los más interesados, con el juego de la escopeta, toro, sillas voladoras, el quemado, tiro al blanco y entre otros.
Alrededor de 50 puestos fueron instalados en el lugar, pocos son aquellos que lograron obtener algún regalo, por lo general, los premios son toallas, peluches, tostados o pipocas, galletas y goma de mascar como premios consuelo.
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