Camiones, autos y minibuses en miniatura serán los principales atractivos de la Feria de la Alasita 2011, según afirmó el artesano Javier M., recluido en el Penal de San Pedro.
Los artesanos, privados de libertad de la cárcel de San Pedro, trabajan arduamente desde hace tres meses para la festividad de Alasita que se inicia este 24 de enero en La Paz.
El entrevistado relató que realiza este trabajo desde hace cinco años, pero antes lo hacía como operario, pero hace tres años para sí mismo.
“Estaño para pegar, lata de alcohol para iniciar la construcción de los pequeños motorizados, herramientas, cautel, kerosene, anafe que ayudará para soldar las piezas, botellas de refresco para las ventanas, pintura son los insumos que se requiere para el proceso de la construcción”, manifestó.
“Vehículos de todo tipo y modelos, grandes y pequeño, con el color que más guste al soñador que quiere algún día contar con uno de verdad”, puntualizó Javier.
VENTA
Al interior del penal de San Pedro, muchos comerciantes que participan de la feria acuden para comprar los carritos por docena: Bs 220 los minibuses; carros grandes a Bs 280 y los vehículos más pequeños como los taxis Bs 180.
ALASITA, VENTA DE ILUSIONES
Aunque no existe certeza sobre su verdadero origen, la tradición de Alasita se dice que nació a raíz de las sublevaciones indígenas de 1781 y el cerco de Tupac Katari a La Paz.
Mientras tanto, la religión católica y las creencias andinas dieron lugar a esta fiesta de rasgos mestizos. “De allí que es la expresión de religiosidad católica del pueblo y la inclinación de recurrir a las deidades andinas para alcanzar los favores de la fortuna y la salud”, afirmó el antropólogo aymara Valeriano Thola.
De la sublevación indígena quedó la costumbre de comprar artesanías en miniatura al mediodía del 24 de enero, hacerlas ch’allar con un yatiri, bendecirlas en una iglesia católica y llevarlas a casa con la esperanza de que se hagan realidad en un futuro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario