Con la participación de empresas paceñas, cruceñas y cochabambinas se prepara la quinta versión de la Feria de la Madera, el Mueble y la Tecnología “FIMA 2012”.
Hasta la fecha se prevé la participación de 34 empresas de La Paz, 6 de Santa Cruz y 6 de Cochabamba. Este evento, genera un movimiento económico de aproximadamente 300.000 dólares por ventas directas.
Desde el 14 al 17 de junio, el coliseo Cerrado Julio Borelli se convertirá en una vitrina de diversos productos que tienen calidad y estilo bolivianos.
El Director ejecutivo del Instituto del Mueble Boliviano, Waldo Ballivian, señala que pese al 30% de disminución de abastecimiento de madera registrado el año pasado, este sector está trabajando para continuar generando movimiento económico.
Dijo que se espera la participación del público general que necesita abastecerse de mobiliario y el sector constructor civil que requiere de puertas, tarimas o maderas para construcción, además de los carpinteros que pueden asistir para ver los nuevos diseños, además de las máquinas y herramientas para su trabajo cotidiano.
“Si hablamos de muebles de hogar tenemos juegos de dormitorios, juegos de comedor, juegos de living, tenemos muebles juveniles y muebles infantiles. También tenemos muebles auxiliares, muebles de oficina, muebles de cocina”.
Participarán empresarios, fabricantes de muebles o manufactureros para la construcción civil, además de expositores de tecnología, es decir que se mostrarán máquinas y herramientas que llegan desde España, Brasil y Argentina para hacer más competitivo el trabajo de la carpintería y así aumentar la productividad.
Esta feria servirá para mostrar la recuperación del sector ante los problemas registrados durante el 2011. Ballivian afirma que dicha situación respondía al limitado rendimiento de la producción maderera que “no estuvo muy buena por los tiempos lluviosos”. Por otra parte se hace referencia a la normativa que aplicó la Autoridad de Bosques y Tierras (ABT) para la tramitación de certificados de origen de la madera, que pese a ser una buena medida, supuso un trabajo de adaptación para los empresarios y, finalmente, otro aspecto negativo fue el cierre de las preferencias arancelarias con Estados Unidos, que perjudicó a muchas empresas.
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