La imagen en yeso del Dios de la Abundancia es uno de los artículos menos adquiridos por la población en Alasita, según relatan los artesanos de la festividad.
Sin embargo, los fabricantes aseguran también que es necesario incluirlos en sus productos porque les trae buena suerte.
El Ekeko es el dios andino de la abundancia, sobre su origen no existen escritura, sin embargo, si existen muchos testimonios de sus acciones que beneficiaron a ciudadanos de la región andina, así cuenta por ejemplo, la historia del fallecido escritor boliviano Antonio Díaz Villamil, misma que es relatada en su libro Leyendas de mi tierra.
Según la versión del autor, la Alasita llegó a la ciudad de La Paz en 1781, cuando los caudillos indígenas liderados por Túpac Katari cercaron la ciudad de La Paz en rechazo al dominio extranjero e impidieron el ingreso de los productos del campo.
Es allí donde el diosecillo milenario ayudó a sobrevivir a la esposa del gobernador Sebastián Segurola, quien se refugió junto a su empleada en un pequeño cuarto, custodiado por la imagen de un Ekeko, tras la revuelta, encontró a su esposa alimentada, rodeada de comida donde antes no había y la imagen del Ekeko estaba plasmada en una de las paredes de la pequeña habitación. En 1783, Segurola dispuso el cambió de la fiesta tradicional del Ekeko, de diciembre al 24 de enero.
Asimismo, muchos de los alteños en la actualidad aseguran que hacer que el Ekeko fume es una forma de llamar a la abundancia en momentos de crisis económicas.
No obstante, en la actualidad, la imagen del Dios de la Abundancia es el artículo menos requerido por la población en su propia fiesta.
“Recuerdo que antes, mi mamá, que también se dedicaba a las miniaturas, lo primero que sacaba era la imagen del Ekeko en yeso porque mucha gente le compraba, casi todos teníamos un Ekekito en la casa, pero ahora la gente ya no compra a este personaje, son muy raros los que preguntan el precio”, aseveró Martín Quispe, artesano alteño.
Aunque, son pocas las personas que compran un Ekeko, los artesanos afirman que es de buena suerte incluirlos en sus mercaderías porque atrae la abundancia a los negocios y a la familia entera.
“No puede faltar, es su día, siempre habrán imágenes grandes e incluso personas que representen al personaje porque es la esencia de esta festividad, así también tenemos que hacerlo en nuestros puestos, nosotros que estamos seguros de las creencias de la alasita tenemos que rendir un tributo al Dios de la abundancia”, apuntó Cristina Cahuaya, artesana alteña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario