TRANSFORMACIÓN | EL DIOS DE LA ABUNDANCIA HA DECIDIDO PONERSE A TONO Y PRESENTA UNA NUEVA IMAGEN.
Algo se ha hecho el Ekeko. Parece rejuvenecido desde la última vez que lo entrevistamos, tiene la piel más tersa, el bigote más brillante y tiene el pelo teñido de un color rojizo, pero él jura y rejura que no, que es la buena vida que lleva la que lo conserva tan bien. Cuida su alimentación, hace ejercicio y poco a poco está dejando el sempiterno cigarrito Astoria.
Sin embargo una expresión un poco tiesa en su frente revela que el diosecillo de la abundancia ha caído, como muchos, en las garras del botox. Es casi imperceptible, pero como el Ekeko es un personaje acostumbrado a reír mucho, se hace extraño que falten las arrugas en su frente para asentir su alegría.
Reconoce que se ha teñido el cabello, y eso sí lo admite con orgullo porque dice que el coreano Psy con su canción “Gangnam Style” lo ha inspirado para hacer de esta Alasita una versión diferente, más movida y más moderna con todo lo que implica, vestuario, actitud, ritmo... “Qué no me vengan con que el folklore y la tradición de la fiesta ni ocho cuartos, en realidad deben ser unos cuantos artesanos los que todavía respetan la verdadera esencia de la Alasita, pero eso de vender calzones o útiles escolares no tiene nada que ver con mi fiesta, así que si quiero vestirme como Psy no veo nada de malo”, explica, mientras mueve los pies enfundados en zapatos de dos colores, pide una taza de café bien cargada y una marraqueta con queso fresco y le echa una mirada pícara a la cholita que le sirve y que le contesta con una sonrisa dorada. Es un honor para su puesto que el dios haya decidido saciar su hambre en él. Todas las demás caseras miran con envidia al puesto de “Doña Blanquita”.
Estamos en las instalaciones de lo que es la Alasita 2013, en el campo ferial del Bicentenario. A nuestro alrededor los artesanos se afanan preparando los últimos detalles para la feria de lo pequeño. Y aunque el Ekeko tiene razón y hay muchos vendedores de artículos de lo más diversos que no debieran estar presentes en esta fiesta, la mayoría se rige por los preceptos de que todo lo que uno quiera tener lo puede comprar en la Alasita: dinero, casa, auto, título… y cómo no, computadoras, laptops, tablets, celulares… todo chiquito, para que el deseo lo convierta en realidad.
EL EKEKO CIBERNÉTICO
El Ekeko contesta una llamada en su minicelular último modelo, no quiere decirme la marca, pero se ríe cuando le pregunto si es trucho o de calidad. “Nunca compro algo trucho”, me dice sonriendo, “en realidad nunca me compro algo, todo me lo regalan, y este celular llega de la tierra de mi amigo Psy, el que baila como un caballo, creo que por eso lo acepté, tiene hasta el ringtone de la canción”, me explica entusiasmado.
Sus dedos gorditos teclean velozmente un mensaje que no puedo ver porque encima de que él es pequeño, el celular lo es más, pero sin duda cumple la función que el diosecillo quiere porque una buena parte de esta entrevista el Ekeko se la pasa actualizando su perfil en Facebook, añadiendo y borrando amigos, y comentando ácidamente acerca de la derrota de la candidata Jessica Jordan en el Beni. “No voy a hablarle de política, ya no se puede, es hacerse de enemigos y en este Estado Plurinacional, hay pluribuzos en todo lado, pero en el caso de esta señorita me alegro que no haya ganado, tan bonita ella, se iba a echar a perder con el estrés de la política”.
¿Desde cuándo tan tecnológico don Ekeko? “Hay que estar con el tiempo pues, yo estoy en línea con el alcalde Revilla por ejemplo, para que me avise cuándo llega, si se va a atrasar, etc. Gracias a mi celular me he enterado de la elección de la cholita paceña y de que han hecho calendario y ya me he conseguido uno que está en mi cuarto. También leo los periódicos, tengo una aplicación especial que me escoge las noticias, pero ya no leo política, me pone de mal humor, siempre me ha puesto de mal humor, pero ahora peor porque ya se mezclan cosas que no deberían jamás mezclarse, eso sí, deportes me gusta, me alegra cuando juega el equipo santo, yo soy de San José.”
¿SOLTERO?
No puedo dejar de preguntarle por su Negra, la muñeca de yeso que en una anterior entrevista con OH! lo acompañaba como su consorte oficial y de la que incluso conseguimos una foto. “No pasa nada, me dejó plantado literalmente, muy dura era, muy hecha la tiesa, y muy celosa, yo no puedo ser hombre de una sola mujer, soy el dios de la abundancia. No estoy de acuerdo con andar metiendo cuernos por todo lado, eso no. El hombre debe ser fiel, y la mujer también cuando están comprometidos en una relación seria, pero yo no soporto a una mujer que no se ríe, que no disfruta y esta Negra era así, muy estirada, así que ahora estoy soltero y disponible.”
Cierra la entrevista con un pequeño apretón de manos y no dejo de advertir que mira inquieto hacia el enorme edificio “El Alcazar” que tiene a los paceños en vilo, dada su frágil estructura y el peligro de un derrumbe. Su sombra da justo por encima del campo ferial, ¿le preocupa?, le pregunto, “no, no me preocupa, no va a pasar nada, me da pena la pobre gente que se ha quedado sin su casa, sin sus pertenencias, pero estoy seguro de que esto se va a solucionar, y es porque esta fiesta está llena de magia, y a veces los que más la necesitan son los que más rápidamente la encuentran.”.
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