Muestra. La oferta va desde pequeños accesorios para las pequeñas, hasta joyas para las mujeres más exigentes. "Tuve la dicha de trabajar desde hace veinte años en la Joyería Carrasco, me crié prácticamente entre joyeros, por ello es que conozco el negocio y además lo que buscan los clientes en una joya", remarcó María del Rosario Daza, propietaria de Platería Kiki Daza. Asimismo, la mujer destacó que el rubro es amplio y muy competitivo, pero que la gente se identifica con los trabajos y materiales de calidad, que solo algunos brindan. "Eso, además de el nombre, que ya muchos reconocen mi trabajo", indicó Daza.
Accesorios. Por su parte, Ana Beatriz Áñez, propietaria de la tienda Aba Luna, coincidió con Daza al referirse a la amplitud del mercado y la competencia que hay. "Hay personas que son muy buenas haciendo materiales específicos para las mujeres, por ello la idea siempre es innovar y estar al pendiente de lo que quieren las mujeres". Remarcó que para sobresalir entre todos, existen dos grandes estrategias. La primera, presentando productos exclusivos y de buen gusto para las mujeres, que son el grupo al que se dirigen; el segundo, "y uno de los que más no ha ayudado, es la participación en eventos como la Feria integral de la mujer, porque así nos damos a conocer más de cerca", sostuvo Áñez.
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