La Feria de la Jalea fue la excusa perfecta para que gran parte de la ciudadanía se vuelque al pueblo de Cotoca para deleitarse no sólo de este tradicional dulce sino de una variedad de masas y manjares que muy bien saben preparar la gran mayoría de los pobladores de esta localidad ubicada a 18 kilómetros de la capital cruceña.
Artesanos triplican sus ingresos con la feria del dulce. Los preparativos iniciaron con varios días de anticipación. Sin embargo hasta ayer en la mañana varios de los pobladores y productores del apetecido dulce, seguían atizando el fuego para acelerar la cocción de la miel o el melao, en grandes ollas de metal y hasta en turriles. "Ya mi hija llevó unos 300 tinajines pero sabemos que no van a aguantar", expresó Lucila Cruz de 77 años, que además se dedica a la elaboración de tablillas y "empanizaos" entre otras masas.
Los dulces que prepara la anciana son muy reconocidos en Cotoca y hay que hacer notar que el negocio así como la habilidad para preparar la jalea va de generación en generación. "A mí me enseñaron mis abuelos y mis padres, hoy hago lo mismo con mis hijas y nietas. Con esta ollita nadie se muere de hambre", dice la mujer que una vez acabó de pintar y distribuir su delicia y se marchó hacia la plaza principal del pueblo.
Allí todo era una fiesta a pleno dulce. Asentados sobre mesas, carros y hasta carretillas los comerciantes se daban modos para ganar la preferencia del público que no defraudó a los organizadores, pues acudió de forma masiva.
"Gracias a Dios el clima mejoró y está saliendo como esperábamos. Con la ayuda de la Mamita de Cotoca", dijo Sofía Góngora, miembro de la Asociación de Jaleeras 11 de Septiembre. "Además de la fiesta de La Mamita esta es la segunda oportunidad en la que logramos triplicar nuestros ingresos", dijo satisfecha la joven que también heredó el negocio de sus padres.
Según comenta, su gremio está conformado por 35 mujeres productoras del tradicional dulce y sacaron a la venta alrededor de 35 mil unidades del producto entre envases grandes, medianos y pequeños.
Cabe destacar que la jalea no fue el único dulce que tuvo gran demanda la jornada de ayer ya que muchos también buscaron otras masas típicas como el bizcochuelo, el cuñapé, el paraguayo, las mantecadas y tablillas de leche.
"Con tanta delicia uno no sabe por cuál optar, y la verdad que los precios están accesibles", dijo Nora Suárez, que se llevó un estimado de Bs 50 entre jaleas, bizcochuelos y cuñapés.
Las comerciantes de comidas típicas tampoco se pudieron quejar ya que la jornada fue exitosa para todo el pueblo en general.
Música, juegos y comidas típicas realzaron el evento. La fiesta no era sólo dulces y comidas, ya que no podía faltar la tradicional y típica tamborita que encantó a los asistentes con un repertorio variado de música camba.
Por la tarde, los organizadores cerraron la actividad con la coronación de la reina de la jalea Andrea I y los infaltables juegos populares de la región.
No hay comentarios:
Publicar un comentario