Las ferias comerciales son el espacio preciso para presenciar las últimas tendencias y avances reuniendo en un solo lugar una diversa y variada muestra.
Son el equivalente a ofertas específicas y de novedad. El interesado al poder analizar toda la oferta, acude al lugar ideal para comparar precios y calidad de los productos o servicios ofrecidos. O pueden calificarse también como ferias monográficas porque son especializadas en productos y/o servicios de un sector productivo. Ej: Feria Internacional del Turismo: Fitur, Madrid, España; Feria del Libro: FIL de Guadalajara, en México. En esta visión la Fexpocruz organiza eventos como la Agropecruz, FICAD, Fiacruz, Expoforest, Feria Integral de la Mujer y la Expomype. Frente a esta situación, el economista Teófilo Caballero exteriorizó que la especialización de las ferias es parte del desarrollo de estos eventos, puesto que muestran adelantos e innovaciones de segmentos específicos que si se hicieran en una sola feria de carácter general, se perdería la esencia de la especificidad. Además que cuando son especializadas se permite una mayor participación de los involucrados. “El público también resulta selecto porque asisten los que verdaderamente están interesados en la adquisición de esos bienes y servicios; por lo que podemos decir que hay un beneficio de ida y vuelta”, afirmó. Caballero dijo que en los países desarrollados los eventos feriales son parte de la cotidianeidad puesto que son un importante mecanismo de acercamiento entre los ofertantes y los consumidores. Subrayó algo más: “Los municipios son claves en la organización de estos eventos puesto que por detrás está la generación de ingresos y empleos que eso es precisamente lo que más necesita la sociedad”.
“Privados han hecho un buen trabajo”
Teófilo Caballero / ECONOMISTA
La Expocruz está considerada como una de las ferias más importantes del mundo ya que cuenta con la participación en promedio de 20 países de distintos rincones del planeta. Participan más de 2.200 expositores, de los cuales 80% son de carácter nacional. Pero la parte medular del evento ferial es la Rueda de Negocios que el año pasado tuvo un movimiento de $us 157, 4 millones.
El desafío en este nuevo siglo es que participen la mayor cantidad de países y elevar el número de exponentes. Sin duda para ello, el Estado nacional debería ser importante para difundir este evento a través de las embajadas, estableciendo contactos con empresarios de todas partes del mundo así como lo hacen gobiernos de otros países. Tenemos el caso de Chile que promociona sus productos a través de una entidad que se llama ProChile y que trabaja en paralelo a las embajadas. Obviamente son países que miran el mundo como una vitrina de oportunidades y de negocios para sus productores nacionales.
Hasta aquí los privados han hecho un buen trabajo; falta que el Estado a través del Gobierno también se apropie del proyecto de la Expocruz, para eso debería mirar de mejor forma a los privados que han hecho su parte, y lo han hecho muy bien.
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