Ferias, identidad de los pueblos

Más de medio centenar de ferias agropecuarias o regionales se realizan por año en las distintas provincias de Santa Cruz, donde los productores de cada zona aprovechan para presentar el fruto de su esfuerzo, intercambiar criterios tecnológicos y por sobre todo, mostrar la identidad a la región donde viven y trabajan.

Sin duda estas ferias se convierten en instrumento de promoción, esparcimiento, mercadeo y comunicación eficiente entre productores, comercializadores de maquinaria, agroquímicos, productos veterinarios, semillas y otros que concurren, sean del mismo pueblo o comunidades vecinas.

En realidad, estas ferias que se hacen para destacar el aniversario de cada pueblo, son un punto de encuentro entre la oferta y la demanda que facilita los negocios de los actores de la cadena productiva agrícola y pecuaria. Para los expositores, la muestra es un medio para dar a conocer sus productos o servicios, observar la competencia, probar o lanzar productos, estudiar el mercado, visitar y ser visitado por los clientes, encontrar distribuidores y hasta para concretar ventas.

Días pasados, aprovechando el aniversario de la población de Cuatro Cañadas, provincia Ñuflo de Chávez, se realizó la primera feria del año. Asistieron 37 empresas importadoras de maquinarias, insumos agrícolas y de servicios. Las ferias son verdaderas vitrinas, donde los participantes la valoran como herramientas de márquetin muy poderosas, porque a través de las mismas se logra obtener nombre y prestigio, mejorando las posibilidades de comercialización y vender, lo que en última instancia es el objetivo principal.

Desde la perspectiva de los pueblos, las ferias son fuentes de ingresos para muchas personas que aprovechan para vender comida, prestar servicios en el montaje de estand y otros. También es una convocatoria para el encuentro con los amigos y colegas y el inicio de relaciones de amistad o negocios. Por todo esto, hay que apoyar estos eventos y hacerlos que mejoren permanentemente