Luis Alandia, responsable del stand, explicó que la sal rosada es un recurso natural raro y escaso que cuenta con 108 elementos químicos y sólo se encuentra en Japón, en el Himalaya y en Bolivia en Tarija.
Señaló que estas lámparas, que deben estar encendidas las 24 horas del día, tienen la propiedad de emitir iones negativos los cuales eliminan la radiación liberada por todos los artefactos electrodomésticos creando un balance en el aire.
Debido a esta ionización, las personas que tienen estas lámparas notan un alivio en casos de artritis porque les ayuda en la eliminación de los líquidos articulares.
Asimismo, Alandia señaló que la sal rosada reduce la intensidad de las jaquecas y alivia los ataques de asma que padecen algunas personas. “También tiene una incidencia directa para equilibrar el exceso de la acidez en las células, particularmente en el cerebro”, dijo.
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